Esta poesía es para la chica fugazzeta,
no porque sus besos sabían a cebolla,
la turra no me dejo ni tocarle una teta,
y en mi mano me salió otra ampolla. (y mucho menos la argolla)*
Igual esa no era mi intención,
ni tampoco jurarle amor eterno.
Sólo ponerle un poco de emoción
y pasar un momento tierno.
de disfrutar lo fugaz
es digno de un canario
que se esta a punto de suicidar.
de retrogradas relaciones sociales
tiene toda mi admiración
hay que destruir esos males.
¡Mirá que loca que sos!
Gritás por la liberación
y me condenás a la masturbación.
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